No sé. No sé cuanto tiempo hace que abandoné este lugar. No sé por qué lo hice, no sé si existe alguna esperanza para esto, por qué no lo borré... no sé si quiera por qué estoy aquí.
Pero me he acordado del por qué de este rincón. Recuerdo que todo partió de una ilusión por compartir cotilleos y cosas de internet que me parecían guays como si de una revista se tratase, para más tarde ser mi vía de escape ante una época que estaba pudiendo conmigo.
Y es que ,joder, el tiempo pasa, y no se en que maldito momento han volado tan rápido estos dos años. Me parece mentira que haya avanzado todo tanto porque por una parte no he sido consciente de que se estaban escapando estos últimos tramos de mi vida, pero por otro lado han estado tan llenos de dolor que han supuesto una verdadera carrera de fondo, de esas en las que los segundos transcurren lentos. Muy lentos. Y cuando más tiempo llevas en el camino más te pesa ese paso del tiempo.
Otra cosa que tampoco sé es como comenzó todo con exactitud. Supongo que todo ha sido una sucesión de muchas cosas que provocaron que un día explotasen todas las formas de sufrimiento posibles, pero de lo que si me doy cuenta es de que sea como sea, me haya percatada o no, me guste o no, aquí el calendario sigue hacia adelante pero yo sigo estancada en el mismo puto punto. Con esa presión en el pecho cada vez que pienso en que ya no puedo ni convencerme a mi misma de que esto acabará algún día. Ya ni me creo mi propio teatro, porque hace tiempo que perdí las ganas hasta de interpretar. Pero no de ver marcharse esta acojonante oscuridad que se ha adueñado de mi y que parece también sobrevivir al paso de los días, como anunciando que ya estará a mi lado para siempre.
Y ahora me resulta raro estar admitiendo esto por aquí, como si nunca antes hubiese venido aquí a desahogarme. Pero me acuerdo de que precisamente vosotros me habéis visto en mis peores momentos. Y cuando digo peores, son situaciones tan extremas que ahora me avergüenzo de haber dejado que la cosa se me fuera tanto de las manos en algunas ocasiones... pero sea como sea lo hice, y estuvisteis ahí, siendo los únicos y primeros testigos de aquellas lágrimas que me resultarían tan familiares cuando solo estaban comenzando a brotar.
Siento esa vergüenza ahora mismo cuando veo la mayoría de entradas de este blog. No me siento nada orgullosa de gran parte de lo que publiqué aquí. Veo que lo que en su momento consideré digno no es nada bueno como antes me parecía. Los escritos son malos, no le encuentro demasiado sentido a las palabras, que parecen solo escupidas tratando de buscar algun tipo de coherencia. Todo trabajo en vano que hace que me pregunte como pude ser yo la responsable de esa basura. Las fotos... ¡dios mío! Ya no es solo que salga fatal y me sorprenda de no haberme sentido tan acomplejada por ellas como ahora lo hago al verlas de nuevo, sino que eran intentos de algo artístico que se quedaba en una ilusión cutre. Pero era eso, ilusión, ganas. Un resquicio de luz. Y aunque ahora sienta todas las ganas de borrarlo y no dejar ni rastro para siempre (Debería hacerlo, de verdad. Por mi dignidad) si en aquel momento me sirvió para algo -para sentirme realizada, escuchada, valorada, quien sabe- no veo justo arrasar con todo eso solo por haber evolucionado y cambiado mi criterio.
Además, mirad que a pesar de ser una persona que precisamente si algo no tiene es confianza, creo con bastante seguridad que el cambio ha sido a mejor. Aunque ya os digo, mi cabeza sigue siendo ese sitio donde no deseo a nadie la entrada y de la que solo quiero y no puedo escapar, puedo admitir con firmeza que esta temporada desaparecida quizá me ha servido para cultivar mi faceta más creativa, y al menos en el ámbito artístico estoy viendo reflejado en mis resultados todo el esfuerzo y la pasión que llevaba dentro. Veo un trabajo más maduro, que al fin me satisface y en el que veo una belleza más realista, por lo que también justifico a mi yo pasado con eso: no se le puede pedir a una niña que está creciendo que todo lo que haga esté a la altura.
¿Pero sabéis algo? Aunque ahora tenga unos años más y algo más de experiencia y quizá conciencia, espero que nadie espere que ahora esté a esa altura. Porque sigo sin tener ni puta idea de lo que hago.
Escribiendo esto, y con mi vida.
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